Pedro Aguado, nuevo obispo de Huesca y Jaca, apuesta por una Iglesia "que no excluya a nadie, abierta al mundo en el que vivimos"
El religioso escolapio agradece su nombramiento y reconoce que, aunque no se siente preparado ni tiene un plan establecido, su objetivo es "aprender y caminar junto a vosotros para hacer planes certeros"

Madrid - Publicado el
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La diócesis de Huesca ha celebrado este sábado 14 de junio la ordenación episcopal y toma de posesión del padre Pedro Aguado Cuesta como nuevo obispo de Huesca y de Jaca. La Santa Sede hacía oficial el nombramiento el 29 de marzo y se trata de un obispo elegido por Francisco pero que comienza su ministerio casi al unísono que el Papa León XIV.
Gracias: “Es la palabra que mejor expresa mis sentimientos en este momento
“Gracias, caminar juntos y opciones”, estos han sido los tres conceptos sobre los que ha reflexionado Pedro en su primera homilía como obispo: “En primer lugar, gracias a Dios por su amor y su presencia a lo largo de mi vida”.
A continuación, ha revelado que su lema episcopal, 'Scio enim cuí credidi' (sé de Quién me he fiado), tomado de la segunda carta de san Pablo a Timoteo, le ha acompañado a lo largo de “toda mi vida, en todas mis decisiones y ante todas las responsabilidades que se me han pedido. Y nunca olvidéis que el lema del obispo no es solo para el obispo, es para todos, para que todos crezcamos en lo que dice ese lema”.
El prelado ha mencionado especialmente a su familia, a los obispos que le acompañaron, a la diócesis, y muy en especial, a su congregación: “Soy escolapio, lo seguiré siendo y seguiré caminando con ellos.”
Caminar juntos: “No estoy preparado, ni tengo un programa. Gracias a Dios”
El segundo pilar de su mensaje ha sido toda una declaración de honestidad y humildad: “La palabra sínodo significa exactamente caminar juntos. Lo que quiero deciros es que yo no estoy preparado para esto, ni tengo un programa establecido.”

Pedro Aguado Cuesta, nuevo obispo de Huesca y de Jaca
“Pensaréis: ‘Pues vaya obispo que nos han mandado, ni está preparado ni tiene programa’. Pues es cierto, gracias a Dios. No sé si algún obispo aquí presente se sentía preparado para esta responsabilidad. Yo, desde luego, no. Y me alegro de poder decirlo públicamente, porque así podré aprender con vosotros”, ha confesado.
Aguado ha reivindicado una actitud sinodal desde el inicio de su ministerio: “Mi opción es aprender y caminar junto a vosotros para poder hacer planes certeros y llevarlos adelante. Esto, y no otra cosa, es la Iglesia sinodal que queremos construir.”
Opciones: “Os comparto tres convicciones profundas”
Finalmente, ha compartido las ideas que guiarán su episcopado y que se trata de tres convicciones en las que cree profundamente:
Primera: el Evangelio: “Creo profundamente en el valor del mensaje del Evangelio. Estoy convencido de que Cristo Jesús es la respuesta a las preguntas más profundas del ser humano y de que su propuesta cambia por completo nuestra vida. No hay nada más apasionante que dedicar la vida a algo más grande que tú. Esta es la fe, y en ella creo, y os invito a creer.”
Segunda: una Iglesia sencilla y abierta: “Creo en una Iglesia sencilla, apostólica, misionera, sinodal, capaz de asumir para ella las prioridades del Evangelio. Una iglesia para todos, acogedora y abierta al mundo en el que vivimos. Una iglesia que tenga clara su identidad y su mensaje, pero que entienda que en ningún lugar de su identidad aparece la exclusión de nadie o la exigencia de perfección para formar parte de ella. Una iglesia que se sienta pecadora y que sea feliz de saber que Cristo vino por los pecadores. Porque los no tiene necesidad de médicos los sanos, sino los enfermos. Creo en el apasionante reto de construir esta iglesia".
Tercera opción: la herencia escolapia: “Con Calasanz aprendí a creer en los niños, los jóvenes, los pobres, la comunidad, la educación, la diversidad vocacional, la lucha diaria para llevar adelante un proyecto de vida y de misión. Quiero que sepáis que tenéis un obispo contento de no estar preparado, pero convencido de lo que tiene que aprender y hacer.”
la sorpresa al nuevo obispo durante la ceremonia
La ceremonia ha tenido lugar en la catedral de la ciudad y ha sido presidida por el cardenal João Braz de Aviz, prefecto emérito del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, acompañado como co-consagrantes por el arzobispo metropolitano de Zaragoza, Carlos Escribano Subías, y el arzobispo emérito de Zaragoza y hasta ahora administrador apostólico de la diócesis oscense, Vicente Jiménez Zamora.

Catedral de Huesca
Sin que Aguado lo supiera y como una sorpresa, en el presbiterio se ha colocado un relicario con las sandalias que pertenecieron a san José de Calasanz, el fundador de los Escolapios, congregación a la que pertenece nuestro nuevo obispo. Las sandalias del fundador forman parte del escudo pontificio, donde el mismo don Pedro recoge que “desgastadas de tanto caminar, son un símbolo de la entrega a la misión, que deseo que siga marcando mi caminar”. También, las imágenes de san Lorenzo, san Vicente, san Orencio y santa Paciencia.
sobre pedro aguado
El Padre Aguado nació en Bilbao en 1957, estudió Magisterio y es licenciado en ciencias eclesiásticas de la Universidad de Navarra. También en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Deusto. Ha sido ecónomo en distintas comunidades de lo Escolapios y en la actualidad es Superior general de las Escuelas Pías desde 2009. También ha sido consultor de la Congregación para la Educación Católica de la Santa Sede y vocal del Consejo Ejecutivo de la Unión de Superiores Generales.
obispo de huesca y de jaca
La diócesis de Huesca, con una rica tradición episcopal que se remonta al siglo V con Siagrio, mencionado ya en el año 419, suma hoy un nuevo capítulo en su historia con la incorporación del padre Aguado, quien también tomará posesión de la sede de Jaca mañana, domingo 15 de junio. Ambas diócesis comparten obispo, aunque Jaca pertenece a la provincia eclesiástica de Pamplona y no a la de Zaragoza.