El gran apagón deja pérdidas millonarias en Castilla-La Mancha
Javier Arriola, Secretario General de CEOE-CEPYME, analiza en COPE Guadalajara las consecuencias del apagón en las empresas

Guadalajara - Publicado el
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Guadalajara recupera poco a poco la normalidad tras el gran apagón del lunes, una avería eléctrica que dejó sin suministro a toda España. En Guadalajara, estuvimos 'a oscuras' durante más de 12 horas. Las incidencias se multiplicaron: 19 personas quedaron atrapadas en ascensores y fueron rescatadas por los bomberos, y más de 700 viajeros se quedaron tirados en la estación de Yebes. Pero el impacto más profundo ha sido económico. Las fábricas se detuvieron, los comercios cerraron, y el pulso empresarial de la provincia quedó suspendido en la oscuridad.
“El apagón paró la actividad por completo, y no solo eso, sino durante muchísimas horas y sin notificación previa. Fue un desastre”, denuncia Javier Arriola, secretario general de CEOE-CEPYME Guadalajara. La patronal estima que las pérdidas en Castilla-La Mancha oscilan entre los 50 y los 150 millones de euros. “Sectores como la logística, el transporte, la industria, la hostelería… prácticamente todos los servicios. Habría que haberlo evitado de alguna manera”, subraya.
El apagón fue un desastre para el sector empresarial en guadalajara

Apagón eléctrico en España
Lo ocurrido ha desatado también una reflexión más profunda sobre la falta de preparación ante emergencias de este tipo. Según Arriola, el apagón ha cambiado la percepción del riesgo dentro del mundo empresarial. “Si ahora nos dicen que tenemos que prepararnos y tener nuestros propios generadores… Pues si ahora tenemos que decirle al pequeño comercio de la esquina que tiene que hacer eso, pues…”. Con ironía, señala que trasladar esa responsabilidad a cada empresa, por pequeña que sea, resulta inasumible. “Esto en una república bananera quizá tiene sentido, pero en España, en Europa, no”.
Desde CEOE-CEPYME Guadalajara se reclama una respuesta institucional contundente y, sobre todo, soluciones estructurales. “Hay que hablar de mejora del sistema, hay que hablar de energía nuclear abiertamente”, afirma. Insiste en que es necesario abrir el debate sin complejos y reforzar el modelo energético para evitar que se repita una situación similar.
También alerta sobre la tendencia a cargar sobre las espaldas del empresario la resolución de problemas estructurales. “Querer echar la inversión a los hombros del empresario no tiene sentido”, advierte. Arriola recuerda que el tejido productivo no puede asumir en solitario el coste de la prevención ante fallos que, en su opinión, deberían estar cubiertos por las administraciones públicas o garantizados mediante protocolos de emergencia eficaces.
“Ante el riesgo de un apagón, debería haber medidas, una red de salvamento para la industria”, concluye. La lección del apagón, para las empresas de Guadalajara, no puede quedar en un episodio anecdótico. Debe ser el detonante para revisar a fondo un sistema que, por unas horas, dejó de responder.