Qué quiere decir que una persona se quede en blanco de forma habitual: una psicóloga da la clave
De repente, como que la mente se apaga, como que el cerebro no está funcionando, las palabras no salen, las ideas que tenías en la cabeza desaparecen

Carlos Moreno 'El Pulpo' charla con la psicóloga Macu Gortázar sobre la sensación de quedarse en blanco
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Quedarse en blanco no es solo un despiste ocasional ni un problema de memoria. Es una sensación abrupta, incómoda, angustiosa, en la que el pensamiento se detiene y la mente parece apagarse. Lo describía recientemente en Poniendo las Calles Carlos Moreno 'El Pulpo': “De repente como que la mente se apaga, como que el cerebro no está funcionando, las palabras no salen, las ideas que tenías en la cabeza desaparecen”. Y es justo ahí donde comienza a actuar el cuerpo, lanzando una señal clara: hay algo que no estamos gestionando bien.
Cuando el cerebro dice “basta”
La psicóloga Macu Gortázar explicó en los micrófonos de COPE que este tipo de bloqueos, frecuentes en situaciones de presión como un examen, una entrevista o una presentación pública, no se deben a fallos neurológicos sino, en la mayoría de los casos, a un exceso de carga emocional. “El cerebro, cuando está sometido a muchísima presión, tiene la necesidad de ‘microdormirse’, de apagarse un momento para resetearse”, afirmaba. Este mecanismo de protección actúa cuando acumulamos tensión, preocupaciones no resueltas o incluso falta de descanso.
El cerebro funciona como una caja —advierte Gortázar— que no es infinita. “La vamos llenando con recuerdos, emociones, tareas, decisiones... hasta que un día, sencillamente, no cabe más”. En ese momento, una de las manifestaciones más llamativas es quedarse en blanco. El cuerpo habla claro, aunque no siempre sepamos escucharlo.
No es una pérdida de memoria
Muchas personas, al experimentar estos bloqueos con cierta frecuencia, se asustan. Temen que se trate de una señal de deterioro cognitivo o de un problema médico. Ante esa duda, la especialista es clara: lo primero es acudir al médico para descartar cualquier causa orgánica. Pero en la mayoría de los casos no hay lesión cerebral ni enfermedad: hay estrés, ansiedad y, muy a menudo, falta de sueño.

Mujer joven pensativa en el parque
“El sueño es absolutamente reparador. El cerebro se resetea a través del sueño. Pero si estamos tan preocupados que no conseguimos dormir, entonces empezamos a funcionar mal durante el día. Se come peor, se gestionan peor las emociones, se pierde claridad mental... y se llena más aún la caja del cerebro”, resume la psicóloga. La consecuencia es un estado de saturación que se manifiesta no solo quedándose en blanco, sino olvidando llaves, nombres o incluso metiendo las gafas en la nevera.
En el programa, 'El Pulpo' compartió cómo su episodio de quedarse en blanco durante la celebración de la Copa de Europa del Real Madrid fue el detonante de un diagnóstico médico. Un ejemplo de que estas señales no deben ignorarse. No siempre esconden una dolencia grave, pero sí una alerta del cuerpo que pide parar.

Retrato de una joven pensativa con cabello largo y rizado mirando hacia otro lado en el estudio.
¿Cómo reaccionar entonces? Lo primero: no asustarse. Cuanto más miedo generamos ante estos episodios, más probabilidades hay de que se repitan. La clave está en atender el mensaje del cuerpo, identificar la fuente de estrés, y reducir la sobrecarga mental. La psicóloga recuerda que no existen fórmulas mágicas universales, pero sí pautas de autocuidado que pueden marcar la diferencia: descanso, desconexión, pedir ayuda profesional si es necesario.