Los misterios de la crónica Negra: "Un supuesto exorcismo en un barrio de Granada y un brebaje mortal"

En "La Noche de Adolfo Arjona" viajamos en el tiempo para recuperar el supuesto exorcismo del Albaicín, en el que una mujer granadina perdió la vida en 1990

Exorcismo


Redacción La Noche de Adolfo Arjona

Málaga - Publicado el

8 min lectura

Es la noche del 1 de febrero de 1990. Un cadáver llega a la morgue de Granada. La sala de autopsias daría escalofríos a cualquiera, no al forense, que tiene experiencia en estos casos. Delante de él, una sala con una pequeña ventana, una mesa de autopsias, un desagüe de piedra y unas fotos de crímenes.

Solo hay un cuerpo en la sala. Ha llegado hace apenas un rato. Está sobre la mesa, tumbado y cubierto con una sábana. Parece el cuerpo de una mujer. Al forense Manuel García Blázquez no le falla su intuición. Tampoco la experiencia que ha acumulado en estos años. Cuando la destapa, se encuentra con el cadáver de una mujer joven. Ha sufrido mucho antes de morir. Su mueca es de terror y tiene el pelo electrificado.

FOTOS VELADAS Y BORROSAS

Entonces se da cuenta: La cabeza pende del cuello como una muñeca rota. El forense toma notas. Va redactando el informe a medida que va descubriendo detalles. Sigue con el procedimiento. Abre un cajón y coge la cámara Polaroid con la que se hacen las fotos para completar el informe forense.

El Albaicín, el barrio granadino donde tuvo lugar el supuesto exorcismo

El Albaicín, el barrio granadino donde tuvo lugar el supuesto exorcismo

Clic. Clic. Clic. Su equipo empieza a sacar imágenes. Una, otra, y otra más. Las van colocando bocabajo en una mesa a la espera de que se vayan revelando. No tardarán más de unos minutos. Cuando las fotos se revelan, ven que están veladas. Ni rastro de las manos del cadáver en las instantáneas. Tampoco del cuello o de la cara que acaba de fotografiar.

"RAREZAS" EN LA SALA DE AUTOPSIAS

Coge la cámara de nuevo y hace una segunda ronda de fotos. “Ha debido haber algún fallo”, piensa el forense. Pero el resultado es el mismo: Imágenes veladas o borrosas. Entonces saca la cámara de video, y empieza a grabar. En la tele que hay en la sala de autopsias, la primera imagen es como un destello. Y al instante se funde todo a negro.

Extrañado, el forense se acerca a la etiqueta que ha puesto su ayudante al cadáver. Ante sus ojos, las siguientes palabras: "Encarnación Guardia. Granada. Barrio del Albaicín. Exorcismo”. En La Noche de Adolfo Arjonahablamos con el periodista especializado en temas de misterio, José Manuel García Bautista.

FENÓMENOS INQUIETANTES EN GRANADA

El periodista García Bautista le cuenta a Adolfo Arjona que la víctima, Encarnación Guardia, tenía "conexión directa con temas de ocultismo y sobrenaturales. Había vivido varios años en Francia, y allí había estado involucrada con prácticas de vudú y misa negras, allí tuvo una conexión directa con esos grupos satánicos. Además, Encarnación había tenido una pareja allí, y pensaba que le había engendrado del propio demonio. Ella pensaba que estaba realmente poseída".

La víctima tenía la lengua tan inflamada que no le cabía en la boca

José Manuel García Bautista

Periodista especializado en temas de misterio

Nos quedamos con una de esas palabras que el forense leyó en la etiqueta que habían puesto en el cadáver de Encarnación: Exorcismo. Este exorcismo surge “Con el fallecimiento de Jose Guardia Alonso, que muere de leucemia, tras la muerte los familiares empiezan a notar fenómenos inquietantes, como sombras o frío. Recurren a una curandera para expulsar al espíritu del niño. Pero no dieron resultado".

"EL ELEGIDO"

Según ha trascendido, fue Encarnación quien se ofreció a participar en un exorcismo para liberarse del demonio que ella cree que llevaba dentro de su vientre. Mariano Vallejo, un pastelero que tenía relación con las ciencias ocultas. Era hijo de una conocida curandera y él se denominaba a sí mismo como “El elegido”, y decía que tenía capacidades paranormales.

Mariano se une a un grupo formado por familiares de Encarnación y la propia víctima. Fue Encarnación quien le habría pedido que le sacara al diablo de su cuerpo. En el ritual participaron Mariano Vallejo, alias “El Pastelero", las primas de Encarnación, Isabel y Enriqueta. Y también una sobrina de Encarnación llamada Josefa.

UN BREBAJE MORTAL

Empezaron el ritual haciendo ingerir a Encarnación grandes cantidades de vinagre y pimienta. Después llegaron los casi tres kilos de sal que Encarnación consumió en doce horas, una mezcla mortal. "Empezaron a hacer un brebaje con aceite, vinagre y sal, mezclaron varios productos que son una bomba para el organismo. Ella, debido al estrés, a la tortura y al brebaje, queda prácticamente moribunda".

Al día siguiente, viendo que no regresaba a casa, su hermana habría ido a buscarla, pero no la dejaron entrar. La hermana, inquieta, volvió a casa y contó a su padre lo que estaba pasando. Acudieron de nuevo a la casa y encontraron el cuerpo desnudo y amoratado de Encarnación en medio de un gran charco de sangre. Entonces la llevaron al hospital. 

victima de una tortura

Según cuenta José Manuel Bautista, la víctima llegó al hospital totalmente desnuda, ensangrentada y deshidratada tras ingerir casi tres kilos de sal. "Además, tenía quemaduras internas y externas debido a las agujas y a ingerir productos corrosivos. La lengua la tenía tan inflamada que no le cabía en la boca. Además, tenía moratones por todo el cuerpo".

La Audiencia Provincial de Granada condenó a los acusados

La Audiencia Provincial de Granada condenó a los acusados

A las cuatro de la tarde del día siguiente, Encarnación fallecía.  Tras su muerte, empezó una ardua investigación que terminó con un juicio. Fueron juzgados el supuesto exorcista, Mariano Vallejo Fuentes. También las primas de Encarnación que estuvieron presentes durante el supuesto exorcismo. La Audiencia Provincial de Granada pidió cinco años de prisión para cada uno de los inculpados, por delitos de lesiones y de imprudencia temeraria.

espiritus malignos en los años 80 

Y si hablamos de otras historias relacionadas con El Maligno, hay dos personas que entran en juego. Se trata de Ed y Lorraine Warren, el demonólogo y la vidente más famosos de Estados Unidos. Para conocerlos mejor, viajamos hasta el primer juicio en la historia de Estados Unidos en el que un abogado basaba su defensa en un argumento inédito hasta el momento. Aseguraba que su cliente actuó poseído por el diablo. Es la historia de un joven de 19 años llamado Arne Johnson, condenado en 1981 por matar a un hombre con una brutalidad aterradora.

Arne Johson, acusado de matar friamente a su casero

Arne Johson, acusado de matar fríamente a su vecino, Alan Bono

Arne Johnson siempre sostuvo que no recordaba nada de lo sucedido y que fue el diablo quien entró en su cuerpo durante un exorcismo y quien mató al jefe de su novia, Alan Bono, que era también su vecino y casero.

"UN AUTÉNTICO ANIMAL"

Todo ocurrió el 16 de febrero de 1981. Aquel día Arne se sentía mal y decidió no acudir al trabajo. Su novia, Debbie, llevaba días notándolo algo raro y lo convenció para que no se quedara solo en casa. Le pidió que la ayudara con el cuidado de los animales de la perrera en la que trabajaba y fue allí donde tuvo lugar el fatal desenlace.

El jefe de Debbie, Alan Bono, había bebido más de la cuenta y se mostró algo pesado con una prima de Debbie de solo 9 años. Aquella actitud acosadora en la pequeña desató una reacción desconocida en Arne Johnson, quien, a pesar de los intentos de su novia por detenerlo, apuñaló una y otra vez a Alan Bono mientras gruñía como un auténtico animal.

El demonio me obligó a hacerlo

Arne Johnson

En 1981 mató a puñaladas a su vecino y casero Alan Bono

Tras protagonizar aquella dantesca escena, Arne desapareció del lugar. Solo unas horas más tarde la policía lo detenía a tres kilómetros de la perrera. Era el primer asesinato en los casi doscientos años de historia del pequeño y tranquilo pueblo de Brookfield, en el estado de Connecticut.

El juicio contra Arne Johnson es todavía hoy recordado como el caso 'El demonio me obligó a hacerlo'. La repercusión mediática fue mundial por lo excepcional de la historia y por los testigos que llamó a testificar el abogado defensor. Entre otros, fueron llamados Ed y Lorraine Warren. El matrimonio Warren defendió que Arne Johnson actuó bajo el influjo de cuarenta y dos fuerzas demoníacas.

"un anciano que quería robarle el alma"

Todo había comenzado meses antes del brutal asesinato por el que se le juzgaba. En el año 1980, en una vivienda del pequeño pueblo de Brookfield. Allí vivía la familia Glatzel, compuesta por el matrimonio y tres hijos: Debbie, Carl y el pequeño David. Desde hacía unos meses también formaba parte del hogar el novio de Debbie, Arne Johnson.

Los miembros de la familia comenzaron a escuchar ruidos extraños que procedían del ático de la casa, pero no quisieron darle importancia. Sin embargo, el pequeño de los Glatzel comenzó a ver a un anciano que quería robarle el alma. Al principio la familia pensó que eran fantasías del niño, pero su comportamiento se tornó violento. Enfurecía por cualquier motivo transformándose en un ser con una fuerza descomunal que insultaba, hablaba en latín, escupía y golpeaba a sus familiares.

42 fuerzas demoniacas distintas

En un primer momento, los padres pensaron que se trataba de una enfermedad mental, pero los médicos lo descartaron. Ante la desesperación, y considerando que podía estar poseído por el diablo, recurrieron al matrimonio Warren, famoso en Estados Unidos por sus investigaciones de sucesos paranormales.

Tras varias noches en el hogar de los Glatzel, Ed y Lorraine Warren consiguieron invocar al diablo e identificaron hasta cuarenta y dos fuerzas demoníacas distintas. Fueron noches muy duras, en las que realizaron hasta cuatro ritos menores de exorcismo. Una de aquellas noches Arne Johnson, que era ya parte de la familia, se enfrentó al maligno que se alojaba en el pequeño David retándolo a abandonar el cuerpo del niño y tomar el suyo. Según los presentes, el demonio huyó del cuerpo del niño y poseyó el cuerpo de Johnson.   

El matrimonio Warren

El matrimonio Warren

Son historias que parecen sacadas de una película de terror. Historias para no dormir. Historias que han sucedido, como el poltergeist de Enfield, una serie de fenómenos paranormales que tuvo lugar en Londres a finales de los años 70. Historias que te contamos en un programa aterrador de "La Noche de Arjona".

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