"La fiesta más bonita que hay en Canarias"... o eso dice la copla

Tenerife cuenta a lo largo del calendario con numerosas celebraciones religiosas y populares que atraen a miles de locales y foráneos y que forman parte de la identidad cultural de la isla y, en general, de todo el pueblo canario. El Carnaval de Santa Cruz, las tablas de San Andrés en Icod, los Corazones de Tejina, la peregrinación a Candelaria, los Fuegos y Cruces de Los Realejos o la Embarcación de la Virgen del Carmen en Puerto de la Cruz son solo algunos ejemplos.

Pero hay una festividad que, por el formato especial que ha adquirido en el último siglo y la explosión de color que se vive en sus calles se convierte en una cita imprescindible año tras año. De hecho, durante esos días no para de escucharse en el pueblo una famosa copla que la denomina como "la fiesta más bonita que hay en Canarias".

Se trata de las Fiestas patronales de La Orotava en honor al Corpus Christi, San Isidro Labrador y Santa María de la Cabeza. Por raro que lo parezca, esta villa del norte de Tenerife conjuga en apenas una semana una celebración eminentemente eucaristíca, como es el Corpus, con el tipismo y el folclore de su gran romería.

Aunque los actos comienzan el 15 de mayo, con la festividad litúrgica de San Isidro, patrón oficial de La Orotava desde 2023, las principales celebraciones tienen lugar en la conocida como Semana Grande, sin una fecha fija en el calendario, pues varía cada año en función de la Semana Santa, que arrastra al resto de fiestas religiosas y, por ende, al Corpus Christi, que en La Orotava tiene lugar el jueves siguiente.

Las Fiestas patronales villeras dejan hueco a la innovación, pero hay actos de la Semana Grande que son inamovibles. Comienza el lunes con el recital de Los Sabandeños, el conocido como "concierto de La Escalera" y el triduo al Santísimo Sacramento, que se extiende hasta el miércoles. Ese mismo día se termina el magno tapiz de arenas del Teide de la plaza del Ayuntamiento y se presenta la cosecha de vinos del año anterior. El jueves, día grande por excelencia, es la Infraoctava del Corpus, con la solemne misa y posterior procesión por las calles alfombradas de flores. El viernes, el baile de magos, seguido el sábado por la exposición del ganado y la subida de los santos desde el Calvario a la Concepción, y finalizando el domingo con la gran romería de San Isidro y Santa María de la Cabeza, que regresan a su ermita.

arte efímero con flores y arenas del teide

La celebración del Corpus se remonta al siglo XVI, pocos años después de la conquista de Tenerife, pero comenzó a popularizarse a mediados del siglo XIX. En 1847, Leonor del Castillo realizó la primera alfombra de flores frente a su casa de la calle Colegio. A partir de ahí, comenzaría la tradición de cubrir con pétalos y brezo quemado todo el recorrido procesional, añadiéndose en 1919 la gran alfombra de la plaza del Ayuntamiento, que en 2007 consiguió el Récord Guinnes de la pintura de arenas naturales más grande del mundo, con 859,42 metros cuadrados.

Una de las cosas que hacen especiales a estas fiestas es el drástico cambio que se produce en el casco histórico de La Orotava en tan pocos días. La plaza que el jueves de la Infraoctava sirvió de escenario principal para la celebración del Corpus Christi, con el gran tapiz de arena y la bendición con el Santísimo desde el Ayuntamiento, da paso al día siguiente al baile de magos, ya sin restos del Corpus, porque el ambiente romero lo inunda todo. Es la esencia del arte efímero que ofrece la Villa en la Infraoctava del Corpus: flores y arena que desaparecen nada más cumplir su cometido: que el Señor pase por encima de ellas.

vestidos de mago para la romería

El cambio de decorado se da también en el resto de calles. Se acerca la romería y San Isidro y Santa María de la Cabeza son ahora los protagonistas. Es el turno de las cintas de colores, las traperas colgando de las ventanas y el olor a la comida más típica. Miles de magos llegan las calles durante todo el fin de semana, primando el traje típico de La Orotava, quizás, el más popular de toda Canarias y que los villeros exigen que sea llevado acorde a la tradición, con todos sus elementos.

La llegada de la romería el domingo al Calvario, con la entrada de los santos y la verbena posterior marcan el final de las fiestas, pero en La Orotava eso significa que se pone otra vez el contador a cero para aguardar la espera hasta el año que viene, donde sus vecinos volverán a cantar aquello de "yo me visto de mago con alegría / y entono mis cantares como plegarias, / porque de San Isidro la romería / la fiesta más bonita que hay en Canarias".