Un grupo de músicos va a un hospital de Madrid a acompañar a enfermos y cortan su actuación por lo que ven en un pasillo: "Alucinaban"
Nos lo cuenta María José Navarro en su 'Historia del Día' de este lunes 9 de junio

Un grupo de músicos va a un hospital de Madrid a acompañar a enfermos y cortan su actuación por lo que ven en un pasillo: "Alucinaban"
Publicado el
2 min lectura
Ocurrió el martes pasado en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, que es un estupendo hospital, por cierto.
Los martes se lleva a cabo una actividad para entretener a los pacientes y a sus acompañantes. “Música en vena” se llama. Un grupo de jóvenes tocaba composiciones clásicas de soul, cuando de pronto, de entre los que esperaban por los pasillos, apareció una mujer con un bastón. Y se arrancó a cantar. Y abrió bocas.
Pueden Vds imaginar la cara de flipados de los músicos y lo que alucinaban los pacientes y sus acompañantes.
Detrás de todo un flow inesperado se esconde María de la Concepción Gutiérrez Lobo, una venezolana de padres españoles que era una cantante modernísima y monísima, la vocalista rotunda de un grupo clásico de la escena mod.
“Shelly y la Nueva Generación” fue un grupo español de culto que hacían un soul garage que dejó mucha huella por su innovación a finales de los 60. Shelly, que así se hacía llamar María de la Concepción era impactante, avanzada, y tenía una voz única.
Y no sé por qué hablo en pretérito, porque Shelly sigue siendo una estrella. Les digo, llegó al hospital con bastón, pero se puso a cantar y el bastón se fue a tomar viento.

La que tuvo retuvo muchísimo.
Ingresa de urgencia en la UCI por una meningitis y la sorpresa que recibe al salir de allí le marca de por vida
En los hospitales se producen multitud de historias. Historias que María José Navarro nos acerca.
En este caso, el protagonista se llama Jacinto Mateos y en marzo estuvo ingresado en la UCI del Hospital de Mérida.

Las Ucis
A Jacinto, en Marzo, se le complicó una infección que acabó en meningitis. Durante esa semana que estuvo en cuidados intensivos, su mujer, sus hijos, nietos, amigos, hermanos, fueron escribiendo mensajes de ánimo y cariño para él. Lo dejaron en una iniciativa llamada “Diario de UCI”.
TE PUEDE INTERESAR
Y es que la Unidad de Cuidados Intensivos de Mérida ha dado un paso más en el proceso de humanización para los que ha preparado los protocolos.
Con toda la emoción que Vds pueden imaginar, Jacinto ha ido leyendo todas las cosas que quería contarle durante esos días su familia, para que no se perdiera ni un detalle, para que, incluso, pudiera saber cómo recibían sus progresos.
“Un romano nunca se rinde”. Así terminan cada una de esas páginas de su diario, su ausencia involuntaria relatada por los suyos.
Un romano llamado Jacinto no se ha rendido. Vuelve a escuchar la historia completa aquí.