Cofradía de la Virgen de la Antigua: "Nos ha dejado la cercanía de la Iglesia al pueblo, la sencillez, la entrega a Dios y a los demás"

En este lunes 21 de abril, Lunes de Pascua, el Papa Francisco ha fallecido a las 7:35 horas, a los 88 años de edad, en su residencia de Santa Marta, después de una larga hospitalización por una grave neumonía bilateral. 

Su última aparición en público se produjo este Domingo de Resurrección en la Plaza de San Pedro, cuando impartió la tradicional bendición 'Urbi et Orbi', tras la cual, a bordo del papamóvil y con un aspecto visiblemente fatigado, dio una vuelta a la plaza para saludar personalmente a unos 35.000 peregrinos y otras decenas de miles en los alrededores.

En COPE Guadalajara, el Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestra Señora de la Antigua, José Félix del Castillo, ha expresado su dolor "por la triste noticia que hemos recibido como católicos y como Cofradía" y ha agradecido "a Dios su vida y su ministerio". 

Al mismo tiempo, ha señalado que, desde la Cofradía, piden "al Señor por su alma y por toda la Iglesia" y, en este tiempo pascual, "que descanse en paz y brille para él una luz perpetua".

En cuanto al legado de su pontificado, Del Castillo ha destacado "la cercanía de la Iglesia al pueblo y lo que tendría que ser la vida de un católico: la sencillez, la entrega a Dios y a los demás".

Como no podía ser de otra manera, el Hermano Mayor de la Antigua guarda con especial cariño en su memoria el momento, en septiembre de 2024, en el que el Santo Padre recibió la Medalla de la Cofradía en la Residencia Casa Santa Marta de la Ciudad del Vaticano, más concretamente, en su apartamento. 

"Estábamos con el montaje del nuevo paso de la Virgen y se acercó un hermano que estaba cerca del Santuario y nos dijo que iba a hacer una visita al Papa y que si teníamos algo que le pudiéramos ofrecer, así que le dijimos que la Medalla de la Cofradía" -ha apuntado, recordando que, cuando se la presentó y le contó el proyecto de cargar a hombros la imagen de la Patrona de Guadalajara por las calles de la capital, el Papa le respondió, con su característico sentido del humor, "que si no contaríamos con él para ser cargador".