1ª feria san fernando
Triunfo de Emilio de Justo en Cáceres con dos orejas de ley
Morante y Juan Ortega dejaron pasajes de buen toreo, pero la espada les cerró la puerta del triunfo.

Emilio de Justo en su salida a hombros este viernes en Cáceres
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La Feria de San Fernando de Cáceres arrancó con el nombre de Emilio de Justo brillando con fuerza. El torero local, muy esperado en su tierra, ofreció una actuación sólida y comprometida que le valió las dos orejas del quinto toro y la salida a hombros.
Su primera intervención, frente a un astado de Domingo Hernández que amagó con rajarse desde los primeros compases, tuvo momentos de mérito. Emilio se impuso con autoridad, especialmente en las primeras tandas, aunque la condición del toro limitó el lucimiento. Fue ovacionado tras una labor por encima del oponente.
La faena grande llegó en el quinto. El toro, de buena clase pero con la querencia siempre presente, encontró en De Justo un torero firme y entregado. Faena templada, seria y con hondura, especialmente por el pitón derecho, donde hilvanó series de gran calado, aprovechando cada arrancada con inteligencia y pulso. Aunque pinchó antes de la estocada, el conjunto convenció al público y al palco, que concedió las dos orejas.
Morante de la Puebla, por su parte, dejó destellos de inspiración. Ante el primero, sin apenas opciones por la falta de recorrido, sacó a relucir su toreo despacioso y de trazo fino, rubricando con unos ayudados por alto de cartel. Con el cuarto, más incómodo y de embestida brusca, dio una lección con el capote a la verónica y por chicuelinas, antes de arrancar la faena sentado en el estribo. Al natural llegaron los mejores momentos, con muletazos hondos que pusieron a la plaza en pie. Pinchó antes de la estocada, pero paseó una oreja que supo a mucho.
También dejó una buena impresión Juan Ortega, especialmente en el sexto. Aunque no pudo lucirse de capa en su primero, por la condición exigente del animal, con la muleta dejó muletazos templados y toreros, aunque sin premio por la escasa generosidad presidencial. En el que cerró plaza, toreó con lentitud y sabor con el capote. El toro, sin entregarse del todo, permitió varias series por el derecho con aroma clásico, pero volvió a venirse abajo. Saludó desde el tercio tras un nuevo esfuerzo sin trofeo.
Cáceres arrancó su feria con buen tono artístico y el triunfo de su torero. Emilio de Justo, fiel a su plaza y a su concepto, abrió la primera puerta grande de San Fernando.