Apagones sin explicaciones

Nos estamos acostumbrando al deterioro de los servicios públicos y a que el Gobierno no dé explicaciones salvo para encontrar un chivo expiatorio al que echar una culpa difusa y así no asumir ningún tipo de responsabilidad. Hoy hemos vuelto a tener un lunes negro, esta vez en las vías del tren, con diez mil personas literalmente tiradas, entre la tarde-noche de ayer y la mañana de hoy, y un enorme caos en las estaciones del AVE de Madrid y Sevilla. Al ministro Óscar Puente le ha faltado tiempo para dejar caer que estamos ante un sabotaje. Sin decir más, pero deslizando que la culpa siempre es de otros. El resto de los ministros ha evitado secundarle en esa hipótesis y Pedro Sánchez ni siquiera ha tenido una palabra para los afectados.

Hace una semana sufrimos un apagón eléctrico total, inaudito en la historia reciente de España. El Gobierno reaccionó tarde y mal, salvo para apuntar hacia la responsabilidad de los operadores privados y para sacar pecho por una reacción en tiempo récord. Sin embargo, lo que hemos ido sabiendo es que varias compañías eléctricas advirtieron del riesgo de apagón, y que el Gobierno no hizo nada. Tras cumplirse una semana el Gobierno repite mantras sobre renovables y nucleares, para seguir sin dar una sola explicación consistente y, por supuesto, sin asumir ninguna responsabilidad. Es muy grave que servicios públicos e instalaciones de las llamadas críticas fallen de esta manera. Pero lo es más que el Gobierno eche balones fuera y no asuma ningún tipo de responsabilidad política.