Adiós a tu seguro y multas de hasta 6.000 euros si conduces con anemia o estas otras enfermedades sin un permiso médico

Si conducimos con algunas enfermedades nos puede suponer una multa de hasta 6.000 euros.

Mujer con pastillas al volante

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Mujer con pastillas al volante

María Bandera

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3 min lectura

Ponerse al volante requiere de mucha responsabilidad. Por eso, si hay algún motivo que ponga en riesgo nuestra conducción, deberíamos automáticamente negarnos a coger el volante. 

Es el caso de algunas enfermedades que nos pueden impedir obtener, renovar o mantener el permiso de conducir, incluso aunque hayamos superado el pertinente reconocimiento psicotécnico. 

Para poder conducir legalmente, es necesario presentar un informe médico favorable; de lo contrario, el centro autorizado no podrá tramitar el carnet. Circular sin esta autorización puede suponer sanciones de hasta 6.000 euros y la pérdida de la cobertura de nuestro seguro en caso de que suframos un accidente,  según señala la aseguradora Cleverea.   

Prueba a un conductor. Archivo

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Prueba a un conductor. Archivo

 ¿qué patologías te afectan a la hora de conducir?  

Pero, ¿cuáles con las patologías que pueden afectar a nuestra conducción? Toma nota por si padeces alguna de ellas: 

  • Audición: puede impedirnos conducir el hecho de tener más del 45 % de pérdida auditiva total entre ambos oídos, incluso usando audífonos.

  • Visión: Al igual que la audición, la visión es esencial al volante. Si tu agudeza visual es inferior a 0,5 (incluso corrigiendo con gafas o lentillas), no podrás conducir legalmente. Además, si te has sometido a cirugía refractiva, tendrás que esperar al menos un mes y aportar un informe médico actualizado para renovar tu carnet.  

  • Problemas cardiovasculares: tras un infarto, la implantación de un marcapasos o un desfibrilador automático, deberemos esperar varias semanas e incluso meses para poder conducir de nuevo. Siempre será necesario un informe favorable de tu cardiólogo.  

  • Enfermedades de la sangre: por ejemplo una anemia severa, hemocromatosis u otros trastornos pueden causar síntomas peligrosos al volante como mareos o pérdida de conciencia. En estos casos, es imprescindible la valoración médica para determinar si puedes conducir.  

  • Patologías renales: si estás en tratamiento de diálisis o has recibido un trasplante de riñón, deberás someterte a revisiones médicas específicas antes de recuperar tu permiso de conducción.

  • Trastornos respiratorios:  los trastornos respiratorios graves y la apnea del sueño también condicionan la capacidad para conducir. Será necesario presentar informes médicos periódicos y la vigencia del permiso podrá reducirse a dos años como máximo.

  • Diabetes: Los diabéticos tratados con insulina deben acreditar buen control de la enfermedad mediante informes médicos actualizados. Además, otros trastornos endocrinos como alteraciones tiroideas o problemas de las glándulas adrenales requerirán evaluaciones médicas periódicas.

  • Trastornos neurológicos: epilepsia, alteraciones del equilibrio o enfermedades musculares graves pueden afectar el control del vehículo, por lo que también requieren autorización médica y reducen la vigencia del carnet.

  • Problemas mentales: Condiciones como la esquizofrenia, demencias o trastornos graves de la conducta limitan la capacidad de conducción segura. En estos casos, el carnet suele renovarse anualmente, siempre bajo supervisión médica.

  • Limitaciones físicas: Alteraciones graves en el sistema locomotor que impidan mantener una postura segura o una correcta visibilidad pueden impedir la obtención o renovación del permiso.
Un conductor mareado al volante

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Un conductor mareado al volante

 ¿Qué pasa si conduces sin el permiso médico?  

Conducir padeciendo alguna de estas patologías sin el visto bueno de un médico no solo puede exponernos a una multa de hasta 6.000 euros, sino que puede dejarnos sin cobertura del seguro en caso de accidente. Si un conductor con un seguro a todo riesgo sufre un siniestro mientras se encuentra bajo tratamiento médico, afectado por alguna de esas patologías, sin permiso médico, o bajo los efectos de medicamentos incompatibles con la conducción (según prescripción médica), el seguro no cubrirá los gastos del conductor (hospital por ejemplo) o las reparaciones de su propio coche", explican los expertos de la compañía tecnológica.  

Y cuidado porque aunque las aseguradoras estén obligadas a cubrir los daños causados a terceros, pueden reclamarte a posteriori todo el dinero si demuestran en un juicio que conducías de manera indebida.

en juego nuestra salud y nuestra economía

“Conducir padeciendo ciertas patologías puede ser muy peligroso, no solo para nosotros, sino también para los demás, arriesgamos no solo nuestra salud, también nuestra economía. Por ello es muy importante prestar atención a los prospectos de los medicamentos que estemos tomando y seguir las indicaciones de nuestro médico en caso de padecer alguna enfermedad", consluye Javier Bosch, consejero Delegado de Cleverea.

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